Los animales en perigro de extincion --- Pinzón de Manglar
Pinzón de Manglar
El pinzón de manglar es uno de los pinzones de Darwin, esto es, un grupo de 13 aves endémicas de Galápagos que ayudaron a Charles Darwin a formular la teoría de la selección natural. Su plumaje presenta un color marrón mate que se vuelve verde oliva en el lomo. La cabeza y el cuello de los pinzones machos se vuelve de un color negruzco cuando alcanzan la madurez.
Se puede reconocer a los pinzones de Darwin fijándose en la forma y el tamaño del pico de cada uno; dependiendo del pico habitan un nicho ecológico u otro. Cada especie sigue una dieta algo distinta, así que no tienen que competir por alimento.
Sus picos son largos, puntiagudos y se vuelven curvos al final del pico, lo que les permite escarbar en la corteza de los mangles para alcanzar los insectos. El pinzón de manglar es uno de los pájaros más raros del mundo, quedando menos de 100 ejemplares adultos. Su hábitat comprende en total menos de 45 campos de fútbol.
Los 15 primeros pichones de pinzón de manglar que eclosionaron en cautiverio y se han mantenido bajo el cuidado de los expertos durante los últimos cuatro meses, fueron liberados en su hábitat natural, lo que representa una esperanza de recuperación de la especie.
El pinzón de manglar, ave endémica de Galápagos, cuyo hábitat está restringido a una pequeña zona de mangle en Playa Tortuga Negra, al suroeste de la isla Isabela, se ha visto amenazada por la presencia de la mosca parásita Philornis downsi, que en su estado larval se alimenta de la sangre de los pichones, impidiendo su supervivencia. Hasta inicios de este año, la población de pinzón de manglar se estimaba entre 60 y 80 individuos, por lo que el incremento de estas 15 nuevas aves es considerado como exitoso.
¿Cómo es de aspecto?
Es un ave de pequeño tamaño que mide alrededor de los 15 centímetros, y no llega a pesar más de 35 gramos, debido a que es un ave muy activo y rara vez presenta problemas de sobrepeso. Su pico es de un tono negruzco, muy fuerte, y el color de plumas es de un tono marrón que varía en tonalidad, pues en su pecho y vientre es de un tono más claro, mientras que las alas tienen un tono mucho más oscuro que se traslada hasta la espalda en el que es más fuerte.
No presenta un dimorfismo sexual visible, por lo que resulta bastante complicado el saber si es macho u hembra simple vista. Se trata de un animal que se alimenta especialmente de insectos, además de larvas y de arañas, pero parece que también puede comer productos de material vegetal, pero de los que se encuentran en manglares. Debido a esta alimentación tan exclusiva, hace bastante difícil que se pueda criar en cautividad, pues muere al poco tiempo por el cambio de alimentación.
El ave terrestre en mayor riesgo de extinción en las islas Galápagos es el pinzón de manglar, del que queda una población de sesenta a ochenta individuos. Esta especie tiene una gran particularidad: Habita en la copa de los mangles negros, de hasta 20 metros de altura, y se alimenta en bosques de mangle rojo, en zonas protegidas de la marea, con abundancia de insectos entre la hojarasca.
Actualmente solo dos lugares de Galápagos cumplen con estas características: playa Tortuga negra y Caleta black, ambas en la costa oeste de Isabela, sumando un área de 32 hectáreas y donde históricamente han existido ratas y gatos salvajes. Hoy estos no representan más un problema gracias a que sus poblaciones han sido controladas por el Parque Nacional Galápagos.
La amenaza actual, terrible y difícil de erradicar, es la mosca Philornis downsi, que a partir de los 90 anida en Galápagos poniendo en peligro a casi la totalidad de sus aves terrestres. La mosca deposita sus larvas en los orificios nasales de los polluelos, que de allí avanzan ingiriendo su carne desde adentro.
Se intentaron varios métodos para salvar al pinzón de manglar, cuya población ha sido monitoreada ininterrumpidamente desde el 2007. El año pasado se decidió probar con incubación y crianza en cautiverio. Se recolectaron varios huevos de pinzón de manglar, en su lugar natal, para transportarlos ochenta millas (en helicóptero) hasta la Estación Científica Charles Darwin. Durante 3 viajes de reclutamiento se logró rescatar 21 huevos, 17 fértiles, de los que 15 eclosionaron.
Una oficina de la Estación Darwin fue puesta en cuarentena y convertida en el sitio de crianza, con toda la asepsia y cuidados del caso. Los huevos se incubaron por aproximadamente 12 días, que es el promedio en la naturaleza y los pichones alcanzaron la adultez en 22 días.
Se los alimentaba con pinzas, cada hora, de 6 de la mañana hasta las 8 de la noche, y con una dieta que variaba según la edad (desde grillos, polillas, avispas, huevos revueltos, incluso papaya).
A medida que iban creciendo los pinzones se hacían más inquisitivos, así que se les daba papel de toalla para que jugaran y probaran sus destrezas; nada natural para evitar riesgos de contagio. Una vez adultos, se los transportó a su hogar en cajas cubiertas con tela metálica, evitando que se infectaran de gripe aviar, una enfermedad transmitida por mosquitos que se encuentra en la isla Santa Cruz, pero que aún no llega a Isabela.
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